Personaje / 20 de mayo de 2023

Ella es Laura Sarabia, «la que manda» y la que todo lo sabe en la Casa de Nariño

Rosario Borrero

La Jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, de 29 años, ocupa el cargo más importante en la oficina presidencial, y de hecho es la persona que le habla al oído al presidente Gustavo Petro, quien ha dicho reiteradamente que confía plenamente en su discreción, su organización y su capacidad estratégica.

Laura Camila Sarabia Torres tiene 28 años, es politóloga, experta en marketing político, relaciones internacionales y estratega en defensa y seguridad. En la Casa de Nariño ella lo sabe todo, pero nada lo cuenta; está en todas partes, le habla al oído al Presidente en los asuntos delicados y es la llave de acceso a él para ministros, gobernadores o políticos.

Laura Sarabia en una reunión en Palacio. (Presidencia)

Esta mujer menuda, que no pasa desapercibida por su juventud y por usar con frecuencia conjuntos over size, fue la sombra de Gustavo Petro en la campaña que lo llevó a la Presidencia de la República, y lo sigue siendo ahora como Jefe de Gabinete de la Presidencia de la República, pues se le ve siempre al lado del mandatario, bien sea en los actos en Palacio\ o en los actos públicos.

Sin embargo ella desearía que las cosas fueran como eran hasta hace ocho meses, cuando figuraba mucho menos. Así lo confesó en una de las pocas entrevistas que ha dado: “No me gusta y me ha costado entender que ya no lo puedo frenar. No lo busqué. Hubiera preferido seguir en la sombra porque al contrario no me siento cómoda. Lo que me interesa es el tema técnico, que las cosas funcionen, no el asunto político en el sentido de ser protagonista”, aseguró al diario El Tiempo.

Si bien en sus días de colegial en Bogotá quiso ser médico pediatra, ya terminando el colegio descubrió que le gustaban el derecho y la política por cuenta del trabajo de su papá, un militar adscrito a la seguridad del entonces presidente Álvaro Uribe, quien, ante las dudas e inseguridades de su hija un día le pidió a un asesor de Palacio que hablara con ella y le orientara. “Hablamos en una cafetería aquí cerca. Me explicó cómo era la carrera de Ciencias Políticas y me enganché”, aseguró la jefe de gabinete de Petro.

Llegó por Benedetti

Al equipo de trabajo del entonces candidato Petro llegó tras ser colaboradora del Partido de la U, estando recién graduada de la Universidad Militar Nueva Granada. Fue así como se conoció con el entonces congresista Armando Benedetti, en cuya oficina del Congreso ella lo coordinaba todo: gestionaba las reuniones, le programaba los viajes y le asesoraba con los pronunciamientos y, además, le guardaba sus secretos.

Tras entrar al progresismo, Benedetti puso todo su equipo a disposición de Petro y así entró Laura a la campaña petrista y comenzó a manejar la agenda del candidato, hasta entrar al círculo de confianza del hoy mandatario. Estuvo al pie suyo en todas sus correrías hasta junio pasado, cuando nació su primer hijo, hoy de once meses. Aunque estaba en casa, recién parida, siguió coordinando todo en la recta final de la campaña y luego tras la elección.

Laura Sarabia con su hijo Alejandro.

Ya con Petro como presidente, Laura Sarabia comenzó a ganar notoriedad, al punto que fue a ella a quien Petro le dio su primera orden como Presidente: llevar la espada de Bolívar a la ceremonia de investidura. Pero ya antes había barajado las hojas de vida para conseguir los perfiles de los ministros, también había atendido las llamadas de los políticos que querían poner a sus cuotas en Palacio, en fin.

Hoy, una llamada suya implica la salida de un ministro, la llegada de otro, el nombramiento de un funcionario, o si el presidente va o no a un evento. Su día comienza primero que el del Presidente –pues es ella quien define y alista su agenda y quien le informa de las novedades del país— Y también termina después que el mandatario se retira a descansar.

Laura manda

“La que manda es Laura”, suele repetir el Presidente, una y otra vez, cuando en un evento público o en una visita suya a alguna parte del país se acerca alguien a pedirle una cita. 

Generales y almirantes de las Fuerzas Militares sostuvieron un encuentro el jueves con el Presidente en la Escuela ‘José María Córdoba’. Con ellos, la jefe de Gabinete, Laura Sarabia. (Presidencia)

Lo que pasa,  aseguran fuentes cercanas a Palacio, que la Jefe de Gabinete “lo asume todo”. No solo tiene a su cargo la ejecución de la agenda, sino que hace las llamadas, organiza las reuniones, verifica el minuto a minuto del día y hasta acosa al Presidente cuando el organigrama de la jornada comienza a retrasarse por cuestiones de su día a día: alarga sus discursos y el tiempo que debía estar en un evento se extiende. Si hay una coyuntura que requiere reacomodar el cronograma, ella es quien le comunica al mandatario que hay un nuevo asunto que atender y, de paso, gestiona la logística para que el presidente llegue a su nuevo destino.

El presidente la escucha. No obstante, toma decisiones por su cuenta y es él quien decide cuándo consultar sobre un asunto de Estado al equipo de ministros y de asesores. Sarabia suele ser quien tiene la primera palabra cuando el mandatario necesita un consejo. En todo caso: también es él quien decide a quién escuchar.

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“Él me escucha y yo lo escucho. Cuando no estoy de acuerdo con determinadas cosas, no trato de convencerlo, sino de exponerle mis argumentos. Eso fue lo que hizo clic en nosotros. Y que ve la eficiencia. Si yo me comprometo a sacar algo adelante, lo saco. Literalmente, me convierto en su sombra y en lo que él necesita. Si él está aquí hasta las 12 de la noche, hasta las 12 de la noche estoy”, dijo Sarabia a El Tiempo.

Según La Silla Vacía, la jefe de Gabinete de Petro es tan cercana a él que ella le habría consultado, cuando nació su hijo qué nombre ponerle.Laura y su esposo, el abogado Andrés Parrano se decidían entre las opciones de Federico y Alejandro y fue el mandatario quien terminó desempatando la decisión a favor del segundo.

Tal vez por ser un cargo netamente técnico –Laura no está en el Gobierno por recomendación de ningún partido— y por su habilidad para acercarse a otros sectores políticos y su capacidad para manejar la agenda del hombre más ocupado del país, hoy Laura Sarabia no es solo la mano derecha del Presidente, sino una de las mujeres más importante de la política nacional.

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