Personaje / 14 de septiembre de 2024

Las manías y estilismos de Donald Trump y Kamala Harris

Los candidatos presidenciales Donald Trump y Kamala Harris en pleno debate, que fue seguido por millones de espectadores.

Rosario Borrero

Donald Trump y Kamala Harris, aspirantes a la presidencia de los Estados Unidos, elección que se llevará a cabo el 5 de noviembre, son dos personajes que siguen dando de qué hablar a raíz del gran debate, cara a cara, que sostuvieron por primera vez durante 90 minutos y que millones de televidentes vieron en directo.

El ex presidente y la actual vicepresidenta se enfrentaron a un duelo en el que ella, a diferencia de su contrincante, pasó la mayor parte del debate mirándolo directamente, a veces sonriendo sarcásticamente y en otras moviendo la cabeza con incredulidad a las escuchar las respuestas de su oponente. Es decir, Trump mantuvo a Harris fuera de su campo visual.

El frío saludo de Donald Trump a Kamala Harris al inicio del gran debate esta semana.

La gestualidad es una constante de Kamala. En todas sus apariciones en campaña demuestra con expresiones en el rostro y movimientos en sus manos sus emociones, en cambio la postura de Trump es distinta, ya que sus movimientos faciales revelan un aire de superioridad, de arrogancia.

La abogada demócrata escogió para esa ocasión  una blusa lady, con lazo-corbata blanco en el cuello en reemplazo de sus tradicional collar de perlas. ‘La reina de los trajes sastres’, como así la han bautizado los ‘fashionistas’, no dejó a un lado su estilismo: vestirse con chaqueta y pantalón. Y su cabello suelto, con el mismo corte que siempre la hemos visto. Se trata de una técnica denominada face framing layers, que significa  hecho en capas que enmarcan la cara lo cual  ayuda a conseguir un movimiento natural y se puede peinar de forma fácil.

Es amante del deporte, sobre todo ejercitarse en la elíptica que practica desde muy temprano, y uno de sus platos preferidos es el pollo asado. Le encanta cocinar los domingos para su familia.

El estilismo de Trump, por su parte, es el mismo desde hace mucho tiempo. Utiliza laca para que fijar su cabello. Apareció en el debate con su melena elaborada, con su tradicional copete largo que oculta su calvicie, en tono rubio platinado, aunque en otras ocasiones se le ha visto de color amarillo pollito, rubio oscuro o naranja brillante.

La razón del tono de piel de naranja del ex presidente  ha sido un secreto bien guardado. Utiliza un maquillaje especial y un corrector de marca suiza para disimular sus ojeras blanquecinas.

Entre las manías de excéntrico ex presidente está no tocarse el cabello después de peinado, y mucho menos que lo haga otra persona distinta a su peluquero de planta.

Todos los días se levanta a las 4 de la mañana para leer hasta 5 periódicos y le dedica buen tiempo jugar golf.

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