Dolce vita / 8 de julio de 2023

“No existen límites cuando se nace para ser grande”

Alejandro José Peñate, de 50 años, animando en la puerta de uno de los almacenes de ropa de Barranquilla para atraer clientela.

Miguel Utria

 Alejandro José Peñate habla de lo que ha significado para él haber nacido con enanismo y de su habilidad como animador y promotor de ventas.

Haber nacido con el denominado trastorno de enanismo ha significado para Alejandro José Peñate más que una limitación, una condición que él ha convertido en fortaleza y que le ha dado la grandeza de ser un referente ante su familia, amigos y demás personas que lo llegan a conocer.

Tiene 50 años de edad, y aunque su condición le ha permitido trabajar en el ámbito de lo humorístico, el oficio hizo que descubriera un talento que antes no se había imaginado que tenía.

Inició su vida laboral como lavador de carros en un taller al norte de Barranquilla, actividad que, de un momento a otro alternaba con la promoción de gangas en almacenes del centro que le encargaban repartir propaganda.

El trabajo de Alejo lo ha hecho muy popular entre la comunidad.

Recuerda que en una ocasión, era el mes de agosto desde hace ya casi 20 años, el dueño del almacén donde trabaja actualmente necesitaba unas personas que le ayudaran a promover el ingreso de clientes al local comercial, y fue cuando un grupo de enanos, cuatro aproximadamente, se apostaban a las afueras del mismo a motivar a los transeúntes.

El trabajo era ocasional, solo hasta el mes de diciembre, pero él seguía con sus amigos en otras actividades similares que le permitían obtener ingresos para ayudar en los gastos de su casa.

Al año siguiente el dueño del almacén decide contratarlo de manera permanente al ver las capacidades que tenía para motivar a la gente.

Al hacer parte del personal del almacén hacía cosas diferentes como atender a los clientes, entre otras actividades que aún en la actualidad realiza.

Con el pasar de los días entendió que debía sacarle más provecho a su actividad de animador, y es cuando decide tomar clases con personas más experimentadas en el tema, que le enseñaron técnicas como respiración, dicción, entonación y uso del micrófono, aparato al que, según indica, le tenía pánico, pero que fue poniendo en práctica hasta que se convirtió en un experto.

La habilidad de ‘Alejo’, como lo llaman sus compañeros de trabajo, se fue afinando tanto que comenzó a crear frases para la promoción de la marca del almacén, hasta que se creó la que hoy acompaña el nombre de la razón social  como slogan: “Donde está el enano”.

“Un día yo estaba aquí afuera animando, y le decía a la gente: ‘Lleguen, que hay ropa para toda la familia, pilas ve, llega donde está el enano”, y es una frase que al patrón le llamó la atención, y desde entonces es la frase de combate de aquí del almacén”, afirma Alejandro mientras sonríe.

Mientras conversamos con él no deja de pasar quien lo saluda, unos son conocidos, otros excompañeros de trabajo, y otros simplemente transeúntes ocasionales a quien les llama la atención.

“Yo he adquirido una popularidad aquí que cuando voy por la calle me dice, ‘habla JJ’. Así me dicen en la calle, porque me asocian con el almacén. La verdad, para mí no ha habido límites”, asegura.

Asegura que la relación con sus compañeros de trabajo y sus jefes es de tal magnitud, que son como su familia, dice que les ha tomado cariño a sus jefes y que todos los días ora por ellos.

Una de las cosas que llama la atención es que además de que el slogan del almacén es una frase alusiva a él, la imagen de promoción es una foto suya, en silueta y en tamaño real que está a las afueras del edificio donde funciona el almacén, que queda en un segundo piso. Idea que nace con el fin de que la gente que pase identifique que ese es el almacén “donde está el enano”-

A su edad ha tenido varias relaciones amorosas, pero dice no estar preparado para vivir en pareja. Actualmente tiene una novia en una relación muy buena, hasta el punto que ella le dice que ya es hora de formalizarse y que quiere vivir con él.

“Eso lo amarra a uno, y yo soy un hombre que le gusta la libertad, me gusta salir, estar con mis amigos, tomarme mis cervezas, jugar dominó, trasnochar. Y eso es algo que una mujer no le aguanta a un hombre. Entonces yo prefiero seguir así”.

No tiene hijos, pero tiene sobrinos que lo respetan, a los que ha visto crecer y quienes lo miran como un amigo más, con quienes sale a divertirse y a quienes quiere como si fueran sus propios hijos.

“Yo tengo buenas relaciones con ellos. Los quiero mucho, me respetan y cuando he tenido que reprenderlos o corregirlos lo he hecho. Pero ellos son bien, son personas de bien”.

“Yo nunca me di por vencido al momento de buscar trabajo. Por el hecho de ser enano no me limité, porque soy pequeño de estatura, pero estoy completo, tengo mis dos manos, mis brazos, mis piernas, y puedo trabajar. Muchas veces los límites son mentales, y en mi caso, mi corta estatura ha sido mi fortaleza, Soy pequeño de estatura, pero gigante de corazón”.

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