Lo último / 18 de julio de 2020

Telenovelas: llegó la hora del reencauche

Elenco de «Pasión de gavilanes».

Miredvista.co

La pandemia ha hecho que los canales nacionales desempolven y repitan al menos seis producciones del pasado. Esta tendencia comenzó en 2019 con la novela “Betty la fea”, que, como hace 20 años, volvió a ser número uno en el rating.

Marbelle niña, adolescente y adulta: Rafaella Chávez, Laura Rodríguez y Mauren Medina.

Son las 8:30 p.m. y usted, que a lo mejor hacía rato no veía canales nacionales, se acomoda frente al televisor, control remoto en mano, buscando la oferta que a esa hora –el prime, de 8 a 10— le trae la televisión nacional.

“Quién es ese hombreeee / que mira y me desnuda / una fiera inquieta, que me da mil vueltas / Y me hace temblar/ pero me hace sentir mujer…”

El pegajoso estribillo del tema de Pasión de gavilanes (2003) estalla en sus recuerdos y entonces aparecen las hermanas Elizondo en un duelo de miradas con los hermanos Reyes…

–No puede ser, ¡si esta novela la vi hace como 20 años!— piensa, y entonces decide pasarse a RCN. Y ahí recibe la segunda sorpresa de la noche.

“Quiero ser collar de perlas finas / para estar metida entre tus pechos / quiero ser, tu mero, mero dueño / pa tener derecho a tus derechos…”

Se aparece entonces la sensual Marbelle –sí, la misma que vio en 2010–protagonizando la novela de su vida en Amor sincero, que fue un éxito hace una década.

–Ajá, y qué pasó aquí—, se preguntará usted que, una hora más tarde, se irá también de repetición con la bionovela de Rafael Orozco y en breve con la del Joe Arroyo.

En «Rafael Orozco, el ídolo» los protagonistas fueron Taliana Vargas y Alejandro Palacio.

Ahondando un poco en el tema, se enterará de se trata de una estrategia que en estos momentos de pandemia y de aislamiento físico ha sido como un salvavidas para la televisión, no solo de Colombia sino de muchas partes del mundo, pues la expansión del Covid-19 obligó a la suspensión de grabaciones y rodajes –como por ejemplo los de las telenovela Enfermeras y Pa Quererte y el reality Yo me llamo— y a repetir producciones que fueron éxito en el pasado.

En la lista de las producciones reencauchadas, además de las dos telenovelas citadas, se encuentran Los Reyes (2005); Chepe Fortuna (2010); Tres milagros (2011); Diomedes, el Cacique de La Junta (2015); Rafael Orozco, el ídolo (2012); Joe, la leyenda (2011), y muy pronto Amor en custodia (2009). ¡Y las que faltan!

Estefanía Borge y Jair Romero, en «Joe, el ídolo».

Se trata de una fórmula de éxito ya conocida que puede, incluso, llegar a salvar un canal, como le ocurrió el año pasado a RCN, que con la repetición de la novela más exitosa de la televisión colombiana, Betty la fea (1999), pudo salir a flote tras varios proyectos que habían fracasado porque no escalaron en el rating. Y como hace dos décadas, Betty volvió a ser en 2019 número uno.

No hay que olvidar que países como México, por ejemplo, tienen un canal especializado en retransmitir viejas producciones. Es el exitoso Canal de las Estrellas, que comparte honores por su contenido especializado en el reencauche con De Película (mexicano) y Época (colombiano).

La teleaudiencia suele ser generosa con la sintonía de producciones viejas. La nostalgia que despiertan es clave en el éxito de las novelas, realities y series repetidas, pues la gente suele evocar momentos particulares de su vida o reencontrarse en la pantalla con sus artistas de su juventud, con los ídolos con los que creció, soñó y hasta se enamoró.

Y los artistas también lo celebran, como lo aseguró recientemente a MiREDVista la actriz Judy Henríquez al hablar de la repetición de Chepe Fortuna, o como lo dijo a un medio capitalino el actor venezolano Juan Alfonso “El Gato” Baptista, uno de los protagonistas de Pasión de Gavilanes, la novela que lo catapultó como una bomba sexy. “Es una bendición poder ver como la gente sigue recordando cada capítulo. La clave del éxito de esta producción es que se hizo con amor, fue un trabajo en equipo donde todos aportamos lo mejor”.

Ana María Orozco y Jorge Enrique Abello en «Betty, la fea».

Para los canales de televisión esta decisión es puramente económica, pues obviamente en estos momentos de depresión y crisis económica no quieren arriesgarse con producciones seguramente costosas.

Los detractores de esta estrategia piensan que esto representa un estancamiento y una seria afectación económica para el talento nacional –actores, libretistas, directores, luminotécnicos, maquilladores, etc- y en general un retroceso para la televisión colombiana.

Con el panorama anterior, ¿hasta dónde darán los encantos de las Elizondo y los Reyes, el magnetismo de Marbelle y la picardía y lindas canciones de Rafael Orozco? ¿Serán capaces de repetir el éxito de Betty en 2019?

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